20/10/08

INSOMNIO

Un ruido extraño camina destruyendo cada centímetro de silencio, se oculta tras el armario, justo debajo de los zapatos.

No puedo dormir, pues por debajo de la puerta donde está escondido, brota un reguero de palabras escritas con tinta negra que no puedo descifrar. Son palabras entrecortadas que hieren mis amedrentadas miradas haciendo que se desvíen una y otra vez.

Cuando por fin parece que puedo conciliar el sueño, el ruido consigue salir por la entreabierta puerta, se eleva hasta el techo y se deja caer sobre mi brutalmente. Mis ojos se abren tanto, que puedo sentir su aliento por detrás de ellos, empujándolos hasta casi salirse de las cuencas.

Pienso: - “Es un ruido, no es dañino”

Pero es entonces cuando cientos de agujas atraviesan mis tímpanos y se quedan allí insertadas, puedo sentir que están frías, me dejan paralizado y hacen que vibren a su voluntad.

Ya no siento miedo, pues soy presa de el.

Acaricia mi pelo y lo pone de punta, lame mi espalda y eriza mis poros, de los cuales, surgen ramas inertes de las que comienzan a desarrollarse cientos de extrañas flores rojizas.

Al alba ya, me dejo llevar sin poder cerrar los ojos y camino tras sus pasos.

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